Información exraída del libro LA RISALA de IBN ABI ZAID AL-QAIRAWANI.

Es todo aquello que el musulmán ha de creer. Así como los elementos de la ley musulmana con lo que el musulmán regula su vida. Tanto en lo que se refiere a actos de adoración como a las transacciones humanas.

Todo ello está basado en la escuela de jurisprudencia MALIKI, la cual se caracteriza por su adherencia a la practica jurídica de la ciudad de MEDINA vigente en tiempos del Profeta Muhammad -la paz sea con él- y de sus compañeros que Allah -Altísimo- esté complacido con ellos y de las dos siguientes generaciones.


Es un libro del siglo X que responde a la situación social, política y religiosa del momento, por tanto debe ser estudiado según esta consideración.

EL ‘AMAL DE MEDINA

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَـٰنِ الرَّحِيمِ


¿Qué es este ‘Amal o acción? ¿Qué significa y de dónde viene? ¿Qué tiene que ver con nosotros?


Si entendemos que el concepto ‘Amal de Medina ha sido puesto a un lado, entenderemos por qué los musulmanes están ahora totalmente desprovistos de poder e impotentes.


El ‘Amal de Medina es la dirección que los musulmanes debemos tomar para reactivar el Islam como fuerza política.


¿Cuál es la base del comportamiento de los musulmanes? ¿A qué fuentes nos debemos volver para saber cómo conducir nuestras vidas? ¿Cuál es la guía para nuestro comportamiento?
La respuesta es muy simple: Al Generoso Corán y la Bendita Sunna
.

¿Qué es la sunna y como la conocemos?
La Sunna explica el Corán en términos de comportamiento. Es el modo en el que el Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, se comportaba, y nos muestra como la guía del Corán es transformada en comportamiento real al cual podemos aspirar.

¿Qué es hadiz?
Un hadiz es una transmisión verbal del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz.

Es un relato de lo que él dijo o hizo que es trasmitido de persona a persona por una conocida cadena de transmisión. Mucha gente se ha acercado a observar con atención el corpus del hadiz como si fuera lo mismo que la Sunna y, de hecho, la gente algunas veces afirma esto categóricamente.


Como lo que se escribió fueron los hadices, hay una asunción de que el hadiz es lo mismo que la Sunna.

En cualquier caso, este punto de vista basado en el hadiz es una visión más bien anacrónica del primer periodo del Islam. La gente estaba haciendo la oración, realizando el Hajj , haciendo wudu, recogiendo el Zakat, llevando su vida como musulmanes en Medina la iluminada tal y como lo habían estado haciendo desde el tiempo del Profeta, que Allah le bendiga y conceda paz, hasta la época de Imam MALIK, que Allah esté satisfecho con él.


El conflicto surgía cuando alguien venía con algo nuevo; la nueva cuestión tenía que ser cotejada con la práctica existente. Esto no se conseguía con una gran cantidad de hadices, porque no eran gente de libros. La transmisión era directa e inmediata. ¿Qué se hacía entonces? Malik decía: “Si quieres conocimiento, entonces toma residencia, establécete en Medina. El Corán no fue revelado en el Eúfrates (en Iraq)”.

En Irak vivían unos pocos Compañeros (Sahaba), e Iraq era nuevo en el Islam. Para averiguar qué era lo correcto, la gente tenía que ir a un Compañero (Sahabi) y preguntarle, obteniendo así la respuesta de una sola persona, ya fuera como opinión, como Fatwa o como hadiz. Más aún, fue en Iraq y en este contexto, donde esta fragua del hadiz tuvo lugar junto con la totalidad de la ciencia del hadiz, sus textos, sus hombres, etcétera que fue desarrollada para certificar la autenticidad del hadiz.


Malik y la gente de Medina no solían aceptar los hadices de la gente de Iraq porque allí había muchos mentirosos y los iraquíes no distinguían entre los que eran veraces y los mentirosos.

HADIZ NO ES SINÓNIMO DE SUNNA. No se pueden coger las colecciones de hadiz, leerlas y descubrir la bendita Sunna con ellas. El hadiz no es lo mismo que la Sunna. No se puede tener acceso directo a la Sunna a través del hadiz.


En tiempos del Profeta, el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, prohibió escribir cualquier cosa de él que no fuera Corán. Les mandó destruir todo lo que habían escrito, aunque luego lo permitió. En esta acción se aprecia la determinación de evitar que el hadiz tuviera la misma importancia que el Corán.


Lo dicho hasta ahora nos lleva al ‘Amal. Literalmente, la palabra ‘Amal significa acción y hace referencia a la práctica comúnmente aceptada de la gente de Medina.

El ‘Amal incluye la bendita Sunna del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, y también el ijtihad, o juicio individual, de eruditos posteriores, especialmente Umar Ibn al Jattab, que Allah esté complacido con él. La Sunna es la práctica del Profeta, que Allah bendiga y le conceda paz, y por lo tanto toda la Sunna es ‘Amal, aunque no todo ‘Amal es Sunna.

El ‘Amal es parte integral de la Sunna. La Sunna no es, como ya hemos dicho, sinónimo de hadiz, porque es comúnmente aceptado que para que el hadiz sea completamente auténtico y correcto (Sahih), tanto en el texto como en el isnad, no es necesario que hubiese tenido lugar en el primer periodo de Medina.

El ‘Amal es la práctica normativa aceptada del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, la de los cuatro primeros Califas (rectamente guiados), la de los Compañeros (Sahaba), la de sus sucesores (los Tabi’un) y la de la generación que vino tras ellos (los Tabi’u’t – Tabi’in).

Said Ibn Zabit, que Allah esté complacido con él, el conocido Compañero dijo:

“Cuando veas a la gente de Medina haciendo algo, debes saber que éso es la Sunna”.

La Sunna y el ‘Amal están más cerca de ser sinónimos que el hadiz y la Sunna, y a menudo los encuentras siendo usados como tal: “La Sunna de los Califas rectamente guiados”

Ibn Wahb dijo:
“Quien sabe un hadiz pero no tiene un imam en el Fiqh está extraviado (dall)”, e Ibn ‘Uyyaina dijo:

Los hadices son una fuente de extravío excepto para los Fuqaha (expertos en Fiqh)”.

Hay que tener el suficiente criterio para decidir qué significa el hadiz, si está abrogado o no, cuáles se deben seguir y cuáles se deben dejar.


El criterio de Medina era el ‘Amal.
Si un hadiz estaba en conflicto con el ‘Amal, el hadiz era ignorado.

Si pensamos en las cosas que contamos a los demás, tendemos a contar lo inusual, lo extraño, lo raro más que lo común, que lo normal de cada día. En todo caso, y en lo que se refiere a las transmisiones de hadices, Ibn Taymiyya afirma de forma rotunda:

“Las gentes de Medina eran los más correctos de todas las ciudades, tanto en la transmisión como en la opinión. Su hadiz es el más correcto de todos los hadices. La gente de conocimiento del hadiz está de acuerdo en que los hadices más correctos son los de la gente de Medina y tras ellos, los hadices de la gente de Basora”.

La transmisión de hadices de Malik, que Allah esté satisfecho con él, era considerada la más verdadera de todas. Sheij Al-Bujari dijo que el isnad Malik de Nafia, de Ibn Umar es la ‘cadena de oro de la autoridad’ (en la transmisión de hadices). Cada vez que Imam Bujari tiene un hadiz de Malik en alguna sección de su Sahih, la que se pone en primer lugar es la transmisión de Malik.

Con respecto a la posición del ‘Amal frente al hadiz en Medina, ‘Umar Ibn al Jattab, que Allah esté complacido con él, afirmó en el mimbar:

“Por Allah Todopoderoso, que se lo pondré difícil al hombre que relate hadices diferentes a esto (el ‘Amal)”
.

Ibn al-Qasim e Ibn Wahb, que Allah esté satisfecho con ellos, dijeron: “Yo vi que, para Malik, la acción (‘Amal) era superior al hadiz”.

Malik dice: “Los hombres de conocimiento de entre los seguidores trasmitieron hadices que les habían sido trasmitidos por otros y sin embargo decían: “Nosotros no ignoramos eso, pero lo que se hacía era diferente””.

Malik dice: “Vi a Muhammad Ibn Abu Bakr ibn amr ibn Hazm que era un qadi; su hermano era Abdallah, un hombre veraz que sabía muchos hadices. En una ocasión en la que Muhammad emitió un juicio que estaba contradicho por un hadiz, oí a Abdellah que le criticaba diciendo: “¿Acaso no se dice esto y lo otro en el hadiz?” y él dijo “Sí”. Y su hermano dijo: “¿Entonces qué estas haciendo?” y Muhammad Ibn Abu Bakr contestó:

“¿Dónde está la gente que sabe de esto si no es en Medina?””. ¿Acaso era esa la acción consensuada en Medina? Él quería decir con esto que, en esa cuestión determinada, estaba otorgando al ‘Amal, la acción, un valor más fuerte que el hadiz.

Ibn Mahdi dice: “La Sunna establecida que proviene de la sunna de la gente de Medina es mejor que el hadiz”. Esto muestra claramente la diferencia entre Sunna y hadiz.

Él añadió: “A veces ocurre que tengo un hadiz acerca de un asunto y luego descubro que la gente de Medina hace algo diferente. Entonces, y según mi estimación el hadiz se convierte en débil”.

Y hay una famosa declaración de Rabi’a: “Prefiero a mil que transmiten de mil antes que uno que transmite de uno, porque uno de uno puede desvirtuar la Sunna”. Esto es precisamente lo que ha sucedido.

¿Por qué es este el caso? Malik dijo: “Un cierto grupo formado por varios miles de Compañeros regresaron de una expedición con el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, en un momento dado. Unos 10.000 de ellos murieron en Medina y el resto se diseminó por las ciudades”. ¿A quiénes preferirías seguir y qué palabras preferirías tomar? Las de aquellos en cuya presencia murió el Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, las de los Compañeros que he mencionado y las de aquellos que murieron junto a uno o dos de los Compañeros del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz.

Hay cuatro posibilidades que pueden darse en la cuestión del ‘Amal frente al hadiz:

1. El ‘Amal está de acuerdo con el hadiz: el ‘Amal refrenda la validez del hadiz.

2. El ‘Amal está de acuerdo con un hadiz, pero en contradicción con otro. El ‘Amal conocido hace del primer hadiz el preferido.

3. El ‘Amal contradice todos los hadices. Si el ‘Amal es del tiempo del Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, es preferido porque su categoría de ‘Amal tiene autoridad definitiva y tiene una transmisión múltiple (mutawatir) mientras que los otros hadices han sido transmitidos individualmente, de uno a uno y son meras probabilidades. Si el ‘Amal está basado en ijtihad, entonces hay cierto desacuerdo acerca de esto.

4. Hay hadiz pero no hay ‘Amal. Entonces el hadiz es seguido, y hay ciertos desacuerdos acerca de esto.

¿Por qué se prefiere el ‘Amal antes que el hadiz? Los hadices se dividen en dos clases: hadices mutawatir, los que proceden de un gran número de Compañeros, o hadices individuales, los que proceden de un único Compañero. El ‘Amal es mutawatil, viene de un gran número de Compañeros y representa el consenso de la gran mayoría de los Compañeros que vivían en Medina sin que hubiese diferencias en sus prácticas. La transmisión múltiple predomina sobre la individual --la que viene de un solo Compañero-- y por lo tanto el ‘Amal tiene la supremacía.

Ibn Qutayba:

“En nuestra opinión, la verdad debe ser establecida más por ijma’ (consenso) que por la transmisión de hadiz. El hadiz puede estar sujeto a olvido, a inexactitudes, a diferentes interpretaciones e incluso abrogación; alguien veraz pudo haberlo tomado de alguien que no lo era; puede haber dos diferentes instrucciones con respecto a algo y que ambas sean posibles, como en el caso de decir uno o dos taslims (al final de la oración). Del mismo modo, un hombre pudo haber visto al Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, dando una cierta indicación y después haberse ausentado justo cuando daba una indicación diferente sobre el mismo asunto. Entonces transmitirá la primera indicación y no la segunda, simplemente porque no la conoce. Ijma’ está a salvo de esas vicisitudes”.
en la época de Malik, había una transmisión que iba de una generación a otra generación; y esto tenía lugar en Medina, en la ciudad del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, donde la gente seguía las pautas de comportamiento que él había establecido. No es posible que toda una generación deje de hacer algo y se ponga a hacer algo diferente a no ser que ocurra algo extraordinario.

En los tiempos del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, había una guía directa. Pero inmediatamente después no había razón alguna que justificase el cambio. Esto se ve claramente en cosas como la medida del sa’a y la del mudd, en cómo recolectar y repartir el Zakat al Fitr, la forma de dar el Adhan y el Iqama, el no decir el Basmalah en voz audible en el Salat que se dice en voz alta, permitir el establecimiento de Awaqf, etcétera. Esto era seguido por todos en Medina y su práctica procedía del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, y de sus Compañeros. Malik hace referencia a esto definiéndolo como: “Una herencia que fue legada de generación en generación hasta llegar a nuestros días”.

La cuestión es tan lógica, que para entender su desaparición debemos fijarnos en lo que pasó a lo largo de la historia, ya que por su naturaleza y su importancia, es algo absolutamente extraordinario, (Ibn Taymiyya es mi fuente principal para esto).

La escuela de Medina era la más íntegra de las escuelas de todas las ciudades porque ellos eran más fuertes en el seguimiento del Mensajero, que Allah bendiga y le conceda paz, y tenían la conexión más firme y más completa con lo que él había dejado. Los madhhabs no existían en ese momento, los madhhabs se desarrollaron más tarde. No eran malikis ni hanafis ni shafi’is. Si en esa época querías destacar, eras declarado miembro de una secta –un ÿahmi, un mu’tazili, un murÿi’i o algo similar.

La fuerte conexión que los medinenses tenían con el legado del Profeta, que Allah bendiga y le conceda paz, hizo que Ibn Taymiyya dijera: “Esto es lo que motiva que todos los eruditos musulmanes coincidan en que el consenso de ninguna ciudad, excepto el consenso de la gente de Medina, se pueda considerar como prueba que deba ser seguida – ni en esos tiempos ni después. “Esto corrobora que, mientras en las demás ciudades estaban apareciendo innovaciones, jamás innovación alguno surgió de Medina. Y el alcance de estas innovaciones era proporcional a la distancia que las separaba de Medina”.

Esto es una afirmación muy importante: NO hubo innovaciones en Medina, y a medida que te alejabas de Medina más grande era el número y el alcance de dichas innovaciones.

Cuando Siria e Iraq fueron conquistadas, Umar mandó gente a las ciudades a enseñar el Libro y la Sunna. Abdallah Ibn Mas’ud, Hudhayfa Ibn al Yaman, Ammar Ibn Yasir, Imrán Ibn Husein, Salmán al Farsi, y otros, que Allah esté complacido con ellos, fueron a Iraq. Mu’adh Ibn Ÿabal, Ubada Ibn as-Samid, Abu Darda, Bilal Ibn Rabah y otros fueron, que Allah esté complacido con ellos, a Siria. Permanecieron en Medina con él hombres como Uzmán, Ali, Abderrahman, y también Ubayy Ibn Ka’b, Muhammad Ibn Maslama, Said Ibn Zabit, y otros, que Allah esté complacido con ellos.

Ibn Taymiyya dijo: “La acción de la gente de Medina estaba basada tanto en la Sunna del Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, como en los juicios de Ibn al Jattab”. Se dice que Malik tomó la mayor parte del Muwwatta de Rabi’a, y Rabi’a de Ibn al-Musayyab, Saib Ibn al-Musayyab de Umar y Umar era quien lo había relatado.

Hablando de la dimensión y el peso espiritual de Umar Ibn Al-Jatab, at-Tarmidhi transmitió que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, había dicho: “Si yo no hubiera sido enviado a vosotros, Umar lo habría sido”.

En las dos colecciones Sahih (al-Bujari y Muslim) se transmite que el Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: “En las naciones que existieron antes de la vuestra hubo hombres que fueron inspirados. Si hay alguien así en mi comunidad ese es Umar”. En el Sunan se transmite que el Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: “Seguid a los que han venido después de mí: Abu Bakr y Umar”.

Umar solía consultar a los más grandes Compañeros, como Uzman, Ali, Talha, Az-Zubayr, Sa’d y Abderrahman, que Allah esté complacido con ellos. Ellos formaban el grupo de consulta (shura). Esto es porque ash-Sha’bi dijo: “Fijaros en los juicios que hace Umar. Él solía preguntar”. Es sabido que los asuntos en los que Umar emitía juicios o daba Fatwas, y aquellos en los que consultaba, son superiores a los juicios o Fatwas de Ibn Mas’ud o similares, que Allah este complacido con todos ellos.

“En las cuestiones del Din, tanto en lo que se refiere a los principios fundamentales como a sus derivaciones, Umar solía seguir los juicios del Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y solía consultar a Ali y a otros de la gente de consejo”.

“En este tiempo e incluso después, todas las ciudades musulmanas seguían a la gente de Medina. De entre los Compañeros que había en Iraq, en un tiempo en el que se dio la fitna, Ibn Mas’ud era el que más conocimiento tenía. Solía viajar a Medina para consultar acerca de juicios que él había llevado a cabo en Iraq, y si descubría que la práctica de Medina era diferente a lo que él había dictaminado, se retractaba de su juicio y adoptaba la práctica de Medina”.


“Después de la fitna, todas las ciudades excepto Kufa siguieron a la gente de Medina. Fue entonces cuando la gente de Kufa declaró que su posición era igual a la de los medinenses”.
Como ellos habían estado profundamente involucrados en la fitna e incluso perdidos, era evidente que con esta afirmación adoptaban una posición política con la que justificarse a sí mismos. Tal y como Ibn Taymiyya dice:

“Antes de la fitna, los de Kufa seguían a la gente de Medina y los imitaban. Antes del asesinato de Uzman, no era conocido que alguien de Kufa o algún otro proclamara que la gente de su ciudad sabía más que la gente de Medina. Cuando Uzman fue asesinado y su comunidad dividida y separada en dos bandos, fue cuando aparecieron entre la gente de Kufa aquellos que proclamaban que los eruditos de Kufa eran iguales a los eruditos de Medina”.

La práctica de seguir el ‘Amal todavía era fuerte bajo el califa omeya, Umar Ibn Abdelaziz (100 años después de la Hégira). El califa Umar, que Allah esté satisfecho con él, reunía a los Fuqaha y les preguntaba por la Sunna y por los juicios que habían sido emitidos, y luego los confirmaba. Los que no habían sido emitidos por la gente de Medina, los descartaba, incluso si provenían de fuentes fiables.

Los primeros abasidas también preferían a la gente de Medina.

“Abu Ya’far (al-Mansur) sabía que en el tiempo de la gente del Hiyaz, había más acuerdo sobre el Din del Islam que entre la gente de Iraq. Y esto está relacionado con lo que él les dijo a Malik y a otros eruditos de Medina: “Yo he estudiado estos temas y he encontrado que la gente de Irak es gente de fraude y de mentiras” o palabras similares: “Y he descubierto que la gente de Siria es gente de razzias y de yihad. El resultado es que he encontrado que estos asuntos están mejor contigo””. Esto se lo dice a Malik, queriendo con ello decir, tú eres el que más conocimiento tiene de entre toda la gente del Hiyaz. Al-Mansur pidió a los ‘ulama del Hiyaz que se fueran a Iraq e impartieran allí el conocimiento allí; fueron varios los que aceptaron.

El asunto se resume en la carta que el Imam Malik Ibn Anas envió al-Layth Ibn Sa’d: “Me he enterado que emites Fatwas acerca de asuntos y que son contrarias a lo que se hace en nuestra comunidad y en nuestra ciudad. Tú eres el Imam y tienes excelencia y posición entre la gente de tu ciudad, ellos te necesitan y dependen de lo que viene de ti. Por esto debes temer por ti mismo y seguir lo que seguían aquellos que esperas sean tu rescate. Allah el Todopoderoso dice en Su Libro Poderoso: “Los adelantados, los primeros de los Muhajirun y los Ansar” (-que Allah los bendiga-). Allah el Todopoderoso dice: “Da buenas noticias a mis esclavos que escuchan la palabra y siguen lo mejor de ella”. La gente sigue a la gente de Medina, y la Hiyra fue echa para esto. El Corán descendió sobre ellos, y cuando el Mensajero, a quien Allah bendiga y conceda paz, vivió con ellos fue cuando lo halal fue hecho halal y lo haram fue hecho haram. Ellos estaban presentes en el momento de la Revelación. Él ordenaba y ellos obedecían. Él, que las bendiciones de Allah y su Misericordia sean con él, estableció la Sunna y ellos le siguieron hasta que Allah le hizo morir eligiendo para él que estuviera junto a Él”.

“Y entonces, después de él, la gente siguió a aquellos de su comunidad a quienes les fue conferida la autoridad. Cuando ocurría algo sobre lo que tenían conocimiento, continuaban adelante. Sobre aquello acerca de lo que no tenían conocimiento, preguntaban, y entonces tomaban lo más fuerte que encontraban con respecto a eso. Se basaban en su iÿtihad y por lo reciente que era su haber estado con el Profeta –paz y bendiciones de Allah con él. Si alguien no estaba de acuerdo con ellos o decía algo diferente que era más fuerte que esto o mejor, dejaban la primera aseveración y actuaban según esta otra”.


“Los tabi’un después de ellos siguieron este camino y siguieron su Sunna. Y como los asuntos en Medina ocurrían abiertamente y eran registrados, yo no creo que nadie deba oponerse a esto porque esta es la herencia, el legado que los medinenses poseen y es algo que a nadie le está permitido plagiar o reclamar”.

“Si la gente de otras ciudades hubiera empezado a decir: ‘esto es lo que se hace en nuestra ciudad y esto es lo que pasaba aquí entre los que nos precedieron’, no habrían tenido la certeza necesaria ni aquello que lo haría permisible”.

Esta era la posición de la gente de conocimiento en la época de los abasidas, una posición ahora marginada en el mundo musulmán y reemplazada por una nueva metodología, de origen iraquí, que como Rabi’a dice te quita la Sunna, te hace perderla. Si piensas sobre esto, comprenderás que significa un extraordinario cambio de postura.

Para entender algunas de las consecuencias de este cambio, es necesario mirar las diferencias entre las dos escuelas más importantes, la de Medina y la de Iraq. Una diferencia fundamental entre los medinenses y los iraquíes es que la escuela iraquí, lejos del verdadero ‘Amal e intensamente involucrada en los conflictos sectarios, se convirtió en legalista y formal, intensamente preocupada con la letra de la ley y la minuciosidad de la pureza y la purificación; y por causa de sus rígidos métodos, permitió la existencia de varios dispositivos legales que propiciaron que ocurrieran injusticias.

La escuela de Medina estaba preocupada por la justicia y en cómo conseguirla evitando lo injusto. De esta manera, y menos preocupados con los legalismos, fueron los que insistieron en la gran tarea de evitar la usura. Una escuela, la iraquí, estaba preocupada por el método y la otra, la medinense, con las consecuencias.

Este aspecto de evitar legalismos también se extiende al no crear excesos en el Din. No es necesariamente verdad que si un poco de algo es bueno mucho sea aún mejor. Esto tiene gran importancia, tal y como se ilustra en lo siguiente:

“Malik fue preguntado acerca de un hombre que se puso el ihram antes del miqat y su respuesta fue: ‘‘Temo la fitna para él”, y luego añadió: “Allah el Todopoderoso dice: ‘¡Qué tengan cuidado los que se oponen a Su orden, no sea que les aflija una fitna o que les aflija un castigo doloroso! (Corán 24: 63)’. El que preguntaba dijo: “¿Qué fitna puede ser esa? No es más que un incremento en la obediencia a Allah el Todopoderoso”. Malik dijo: “¿Y qué fitna es más grande que aquella que te hace suponer que tú eres distinguido con una acción que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, no hizo?””.

Dicho con otras palabras, te estás convirtiendo en el árbitro de lo que está bien y lo que está mal, y te estás haciendo a ti mismo más grande que el Profeta y sus Compañeros. Estás imponiendo tu interpretación de la Sunna a la propia Sunna, y estás dejando que tu opinión sea juez y jurado. Estás reinventando el Din. Allah dice en Su Libro: “No sigas tus falsas opiniones (hawa)” (38:26).

Imam Malik Ibn Anas también solía decir: “El último de esta comunidad sólo estará en lo correcto con aquello que el primero ha hecho correcto. Cuando un hombre venga a nosotros con un argumento más fuerte que el de otro hombre, ¿Vamos a abandonar lo que Yibril trajo a Muhammad por ese argumento?”.

Es muy importante aferrarse a la práctica del Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, y no sobrepasarla. Esto es algo sobre lo que los medinenses solían insistir. Otro cosa sobre la que los medinenses insistían, era en hacer las cosas fáciles para la gente. Porque ellos tendían a hacerlo simple y accesible, y gracias a su conocimiento de la Sunna, ocurría lo que dice Ibn Taymiyya: “La gente de Medina no necesitaban ningún tipo de gobierno por encima de ellos”. El Din no tenía que ser impuesto desde arriba. Estaba vivo. No necesitaba un grupo de élite de eruditos con conocimiento de cincuenta o doscientas disciplinas del hadiz para decirte cómo vivir.

Más pruebas de lo dicho aparecen si estudiamos los contratos. Tal y como muestra Ibn Taymiyya:

“La gente de Medina redactaba los contratos basándose en las costumbres y los hábitos de la gente”. Lo que la gente consideraba como venta es una venta, lo que consideraban alquiler es un alquiler y lo que consideraban regalo es un regalo. Esto es lo más cercano al Libro y a la Sunna y es lo más justo.

Algunos términos tienen su propia definición lingüística, y otros tienen su definición en la bendita Sharia, como el Salat y el Haÿÿ. Otros no tienen definición ni lingüística ni en la Sharia, pero están relacionados con las costumbres, como por ejemplo, la toma de posesión (qabd). Se sabe que los términos “venta”, “alquiler” y “regalo” no fueron definidos por los legisladores, sino que ya tenían una definición lingüística. Las cosas variaban según las costumbres y los hábitos de la gente. Lo que ellos consideran una venta es una venta, lo que consideran un regalo es un regalo y lo que consideran un alquiler es un alquiler.

Estas costumbres (‘urf) tienen su lugar siempre que no contradigan el Libro y la Sunna. De hecho, la aceptación de las costumbres es uno de los principios legales de la escuela maliki. Forma parte del hacer las cosas fáciles para la gente, hacerlas accesibles.

Ensalzando la posición de los medinenses, Ibn Taymiyya señala: “Es de todos sabido que si el Mensajero declara algo ilícito, es porque esa cosa contiene corrupción (fasad). Y si algún medio permite que se haga, aún así no tiene beneficio. Así pues, hacerlo es una falta y una estupidez. La corrupción todavía está allí, y ahora se ha incrementado con un nuevo engaño. Y si esto implica inconveniencias para ellos, se han quedado fuera sin ganar beneficio. ¿Y además, qué piensa esa persona del Mensajero?, a quien Allah bendiga y conceda paz”.

Este tipo de posicionamiento es el de la escuela iraquí que utiliza elaborados dispositivos para permitir la usura. Y esta es la misma mentalidad que impera hoy en día. La que emite Fatwas permitiendo la banca “islámica”, los seguros “islámicos”, etcétera, todo ello erigido con una elaborada estructura legalista que, aunque mantiene lo haram en el centro de la cuestión, cubre su ilicitud con una superficie de legalismos.

El uso de dispositivos legales para darle la vuelta a una prohibición religiosa se encuentra con frecuencia en la ley judía.

El Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: “No os encomendéis a la (junta de justicia) judía. Ellos hacen legal lo que Allah ha hecho ilegal”.

Tampoco debe sorprendernos que la escuela de Iraq fuera adoptada como madhhab oficial por la mayoría de las dinastías gobernantes, ya que es un medio fácil para inducir la parálisis social y legalizar lo haram. La justicia desaparece.

Al analizar el origen real de esta injusticia, Ibn Taymiyya dice: “El origen de este error es que la escuela de Kufa carece de conocimiento sobre de la política del Mensajero de Allah y la política de los Califas rectamente guiados”. Y luego sigue diciendo:

“Cuando el califato llegó a los abasidas, necesitaron gobernar a la gente y nombrar jueces de entre los Fuqaha en Iraq que, a pesar de asumir su responsabilidad, no tenían un conocimiento adecuado de la política justa. Esto continuó hasta darse el caso de aquellos que pretendieron gobernar por la bendita Sharia, pero al no conocer la Sunna privaron a la gente de sus derechos, derramaron sangre ilegalmente e hicieron legal lo haram. Por otro lado, aquellos que gobernaron sólo con política hacían lo que querían, sin ninguna referencia a la Sharia. En las ciudades donde dominaba la gente de Medina había juicios justos que no se daban en otras ciudades”.


Ibn Taymiyya concluye diciendo: “El Din del Islam es aquel en el que la espada sigue al Libro. Cuando el conocimiento del Libro y de la Sunna tiene el poder en su mano y la espada lo sigue, entonces el Islam está establecido. La gente de Medina es la que más derecho tiene a decir cómo lo hacían ellos. El asunto era igual que la época de los Califas rectamente guiados. Pero cuando el conocimiento del Libro es insuficiente y la espada a veces está de acuerdo con el Libro y otras en desacuerdo, entonces ¿dónde está el Din? Para todo aquél que sea guiado por estos asuntos, está claro que las bases de la gente de Medina son incomparablemente más robustas que las bases de cualquier otra gente de la Tierra”.

Para concluir, este ‘Amal está formado por los parámetros de acción que se seguían en Medina. Parámetros que se utilizaban para juzgar los hadices y preservar la bendita Sunna. Tal y como dijo Asadullah Ibn Umar:

“Cuando ocurra una disputa, si se refiere el asunto a la gente de Medina y se ve que éstos están de acuerdo en algo, que lo hagan, y así el asunto podrá ser puesto en orden. Pero lo que suele pasar es que cuando un perro ladra, la gente lo sigue”.


Aisha Bewley



.............................................................................والله أعلم

Recuerda...

وَاللَّهُ يَدْعُو إِلَىٰ دَارِ السَّلَامِ وَيَهْدِي مَن يَشَاءُ إِلَىٰ صِرَاطٍ مُّسْتَقِيمٍ