Se dirigen por la mañana el Imam y la gente a la musalla de tal modo que, cuando llegan, ya es hora de rezar. Se refiere a que ya está permitido rezar oraciones supererogatorias; y ello es cuando el sol se eleva sobre el horizonte a una altura de doce palmos a ojos de observador. Se recomienda hacer esta oración en la musalla, es decir, un lugar a cielo descubierto destinado para realizar este tipo de oración. No obstante, para los habitantes de la Meca, se recomienda que se haga en la Mezquita Sagrada, ya que mirar la Ka'ba es un acto de adoración. Se recomienda dirigirse a la musalla andando. El regreso es igual que se haga andando o no. Se recomienda desayunar antes de dirigirse a la oración cuando se trate de la Fiesta de la Ruptura del Ayuno. En cambio, si se trata de la Fiesta del Sacrificio que se desayuna después de la oración.
En esta oración no hay ni adhan ni iqama.
El Imam reza con la gente dos rak'as, recitando en voz alta la Sura Umm al Que'an (la Fatiha) y las Suras Sabbihi sma rabbika (Sura del Altísimo 87) y Wash-shamisi wa duhaha (Sura del Sol 91) o similares
En la primera rak'a, pronuncia siete takbirs incluyendo el takbir de entrada (takbiratu-l-ihram); y en la segunda, cinco takbires sin incluir el takbir que se hace al incorporarse.
En cada rak'a hay dos postraciones.
Luego, hace el tashahhud, saluda y se sube al mimbar para dar el discurso (Jutba). Este discurso es similar al de la Oración del Viernes; sólo que en vez de empezar alabando a Allah (diciendo al-hamdu li-lah), se empieza con takbires (diciendo Allahu Akbar).
Se sienta al principio y en medio de su discurso y luego se retira.
Es recomendable, tanto para el Imam como para la gente, que se regrese por un camino diferente al camino de ida. Se dice que la razón de ello -además de que fuese la práctica del Profeta -la paz sea con él- es que se tenga oportunidad de dar limosna a más gente.
Cuando sea la Fiesta del Sacrificio, que lleve el Imam al animal que va a sacrificar a la musalla, y que ahí lo degüelle, para que lo sepa la gente y puedan degollar tras él. Ya que no se debe de sacrificar al animal antes de que lo haga el Imam. En el caso en que el Imam no lleve el animal a la musalla, que sacrifique la gente cuando calculen que el Imam ya deba de haberlo hecho.